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Crítica de: Héroes

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El mejor verano de sus vidas

Aunque la película en sus comienzos pudiera parecer que nos encontramos ante un sucedáneo contemporáneo de “Verano azul”, (bicicletas incluidas y "Pancho" presente), por fortuna y con el transcurso del metraje la película poco a poco va derivando en una historia algo más particular y con cierta personalidad.

Cinco amigos de la infancia por un lado y una pareja de adultos desconocidos por otro son las dos historias que se van intercalando a modo de flash-back para conformar una sola historia que indudablemente tiene un nexo en común y que se va alimentando la una de la otra en ocasiones por necesidad y en otras en un hábil juego de situaciones y de interrogantes paralelos.

En “el mejor verano de sus vidas” esos cinco niños experimentarán unos momentos tan especiales y sintomáticos que será relativamente sencillo que cualquier espectador adquiera una rápida empatía con sus aventuras, y sobre todo con sus sentimientos. Todo resultará cercano y esa cercanía ayudará mucho a un seguimiento inmediato de una historia que tiene mucho en común con la italo-griega "Uranya" de Costas Kapakas o con la mencionada serie de Antonio Mercero.

Pau Freixas, que debutó con “Cámara Oscura” de no muy afortunada manera, cambia la intriga juvenil de aquella por el drama infantil de esta mejorando en muchos aspectos, y logrando junto con Albert Espinosa un guión bien construido y unos personajes bastante sencillos y creíbles. Rodada en catalán, la película logra transmitir la atmósfera que pretende (la misma que también lograra Antonio Mercero) y permite adoptar una ventana veraniega que nos proponga vislumbrar toda una serie de recuerdos ajenos bajo un prisma de complicidad sutil pero enormemente eficaz. Tanto la música, como la labor interpretativa conseguirán que el drama se sostenga sin excesivos problemas, echando en falta quizás un final menos convencional.

Aunque siempre es tarea complicada trabajar con actores tan jóvenes, conviene destacar la interpretación de la niña Mireia Vilapuig, repleta de inocencia y expresión, que arropada por caras conocidas como Eva Santolaria (demasiado previsible), Álex Brendemühl (poco convincente en algunos tramos), Emma Suarez (con un papel alejado de su altura) y Lluis Homar (siempre excelente), conforman un reparto afable, y acorde con el clima de la historia general.

No estamos ante la película del año en cuanto a cine nacional se refiere, pero sí ante una película a tener en cuenta, de fácil consumo por su carga dramática convencional, de amena factura y, aunque se perfila en sus inicios como excesivamente tradicional, nos depara alguna imaginativa licencia narrativa y algún divertimento plausible, arropado todo bajo una fina capa de una melancolía imprescindible para el devenir de la historia y necesaria para la interacción con el espectador.

Héroes por un verano. El verano de sus vidas.


sergio_roma00@yahoo.es