Crítica de: Camino a la libertad

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El triunfo de la épica

Que Peter Weir es un director valiente y de un cine muy personal, lo corroboran películas anteriores como "Unico testigo", "El club de los poetas muertos", o "El show de Truman". Por eso no es extraño encontrarse con un proyecto de tal envergadura envuelto en un digno halo de humildad acompañado de una escasa y discreta promoción comercial.

Peter Weir afronta en esta película un capítulo de la historia poco conocido, pero no por ello menos interesante, como es la existencia de los Gulags en la Rusia estalinista. Escapar de una prisión siberiana y todo el recorrido hasta encontrar la libertad será el camino de que deberán recorrer tanto protagonistas como espectadores en este drama épico basado en hechos reales.

Lo más destacable de "Camino a la libertad" es sin duda alguna el inmenso trabajo tanto de actores como de director que se vislumbra en los innumerables aspectos que el film nos proporciona. La variedad de idiomas (todos ellos perfectamente coherentes con la historia), de adaptaciones a climas, de situaciones peligrosas, etc, etc nos permiten comprobar que tras la cámara ha habido un compromiso que va más allá del puro cine comercial, y una profesionalidad que busca algo más que el mero aplauso interpretativo. Tanto Ed Harris, en un papel perfectamente pensado para él, como el sorprendente Colin Farrell en uno de los mejores trabajos de su carrera, como la poco conocida Saoirse Ronan, y sobre todo el magnífico Jim Sturgess conforman un equipo que encaja a la perfección en una aventura sin límites donde la complicidad de todos y cada uno de ellos puede dar o no al traste con el devenir de la película. Los diálogos, las miradas, los silencios...todo ello conforma un mundo personal e indispensable que permite que la historia (quizás excesivamente larga) discurra por un lineal y encomiable discurso narrativo que acepta el trato con el espectador en el idioma universal del entretenimiento.

Porque la película de Weir es muy entretenida. Y practicamente no deja de serlo en ningún momento. Pero dicho esto, a uno le queda la impresión de la ocasión desperdiciada. Con los moldes existentes, y un mayor enfoque narrativo y argumental, bien podríamos estar hablando de la película del año por diversos motivos. En cambio, "Camino a la libertad" se queda en una buena película en la que en cierta medida tanto esfuerzo por parte de todo el equipo se queda en suspenso ante una historia que no termina de emocionar, que a pesar de la buena complicidad de los actores, no terminan de convencer en el sentido más personal de sus relaciones, y que en definitiva se pierde en caminos excesivamente épicos para terminar sobreponiendo la aventura a la intensidad emotiva, dejando un poso amargo que impide ver el amplio espectro que en principio de había creado.

La estupenda interpretación de Jim Sturgess, que ya nos convenciera con "50 hombres muertos", nos permite confirmar un valor en alza dentro del cine contemporáneo, y la firmeza de convicciones y buen dominio de la dirección del maestro Weir, nos permite disfrutar de una película recomendable, y esperar en el futuro un nuevo y sorprendente proyecto.

No es, como pudiera parecer, la gran película de Weir, pero sí es en cambio una interesante opción para además de acercarse a un capítulo no muy conocido de la Segunda Guerra Mundial, disfrutar con espectaculares paisajes, y admirar momentos interpretativos de gran calibre.


sergio_roma00@yahoo.es

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