Venganza de plato helado
Habiendo visto la primera parte (“Venganza (2008)”, de Pierre Morel) resulta relativamente sencillo hablar de esta segunda “Venganza: Conexión Estambul”, ya que a grandes rasgos estamos hablando de películas muy similares a pesar de que estén dirigidas por diferentes personas (Pierre Morel en la primera, y Olivier Megaton en esta segunda. La intencionada similitud de ambas películas está promovida por Luc Besson, productor en las dos entregas y con unas ideas muy claras sobre lo que se pretende y sobre el resultado que se quiere lograr.
Si en “Venganza (2008)”, el agente retirado de la CIA Bryan Mills (Liam Neeson) viajaba hasta París para recuperar a su hija secuestrada (liquidando a media mafia albanesa) en esta “Venganza: Conexión Estambul” son los familiares de aquellas albaneses asesinados los que claman justicia y por ende venganza, localizando e intentando matar a Bryan Mills. Nuevamente Liam Neeson es el que se encarga se soportar todo el peso principal de la película, y ciertamente es lo que en la mayoría de los momentos la salva de perder credibilidad, realizando una notable interpretación en un papel que si bien no es el que más pudiera parecer encajarle sí lo solventa con maestría dando la sensación de cierta comodidad y de asombroso dominio.
Aunque también se ha cambiado de director de fotografía, Romain Lacourbas se encarga de mantener la misma esencia y el mismo estilo que la película anterior, lo que supone que las numerosas escenas de acción se vuelven a realizar con aquel sobrio estilo que suponen rápidos planos, fugaces fotogramas y espectaculares secuencias lo que permite que a pesar de las duras peleas, toda la violencia se diluya y atraviese un pequeño filtro de permisibilidad hacia el espectador.
Esta nueva película se aleja un poco más de temas sentimentales y de alguna profundidad, trasladándonos de manera rápida y sin contemplaciones al corazón de la historia que sirva como excusa perfecta para presentar las características que dieron en el clavo en la primera entrega y que tampoco decepcionarán en esta.
Por tanto, el que disfrutase con aquella primera “Venganza” también lo hará con esta aunque en menor proporción, y evidentemente el que no lo hiciera la primera vez tampoco le va a gustar esta segunda, porque como hemos dicho mantiene las luces (dinamismo, emoción, buena interpretación principal) y las sombras (flojo guión, situaciones poco creíbles y previsibles) aunque en líneas generales proporciona un rato entretenido especialmente para el que disfrute con películas del género thriller o acción.
sergio_roma00@yahoo.es
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