Crítica de: Intruders

Etiquetas:

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjs5WOmhLr76rIEfFm1Zy3dHStQhoVUzh7byPMiWesrp50prvpxh7jhseghihSBG8Bpp6Yk1Y-UgrDGfjz87cNy3iLfIfwgSf-wrYMJTf6C0Vep-Pos-kRiYzFiN56L0IGAbZAIZ7KsobNc/s1600/3.png
La sombra del miedo

Tal es el nivel que hasta el momento ha demostrado Juan Carlos Fresnadillo en sus dos únicas películas anteriores (“Intacto”, “28 Semanas Después”) que un nuevo proyecto suyo y además del mismo género que los anteriores es toda una garantía de al menos algo interesante. Y el resultado final en este caso, vuelve a cumplir las expectativas.
Aunque la película podrías encasillarse en el género del terror, lo cierto es que en el suspense es donde se encuentra más cómodo. “Intruders” a pesar de beber de diversas fuentes es una película muy personal, que juega entre la realidad y la ficción con una extremada habilidad y domina registros que normalmente no se parecían en otras películas del mismo tipo.

Tras un guión (Jaime Marqués, Nicolás Casariego) Fresnadillo encuentra el molde esencial para destapar su caja de experimentos cinematográficos, y sobre todo disfrutar desarrollando una historia que permite varios prismas y múltiples maneras de contarla. La manera por la que ha optado Fresnadillo, sin duda alguna es la más estimulante. Desde dos puntos de vista, desde dos espacios distantes, la historia se desarrolla de manera paralela. Los extraños sucesos que le suceden a un niño en España se reflejan en los extraños sucesos que le suceden a otra niña en Inglaterra, y dos padres angustiados como satélites imprescindibles de ambas historias.

La angustia, el miedo, la pérdida o el dolor son las bases en las que se mueve “Intruders” y son las características que reúnen un guión que está estupendamente configurado para terminar –como buena película del género- en un final que gustará a muchos y dejará indiferente a muy pocos.

Tanto interpretaciones (correctísimo Clive Owen en un papel a medida) como fotografía (Enrique Chediak consigue alternar sombras irreales con cotidianas escenas de manera sustancia) como montaje (Nacho Ruiz resultará fundamental a la hora de combinar dos historias paralelas sin que el espectador pierda una visión general de lo que sucede) e incluso la música (Roque Baños se confirma como un auténtico especialista) aprueban con nota cada cual en sus respectivas funciones, pero la combinación de todo en su conjunto deja un ligero tono insípido que impiden que nos hallemos ante una gran obra de género. La historia no pierde intensidad en ningún momento, pero sí adolece en algún instante de algo más de brillantez en cuanto a fuerza narrativa se refiere por una lado, y en cuanto a magnetismo dramático imprescindible en su fase de realismo cotidiano por otro lado, dejando que la historia por momentos esté a punto de perderse en una marea incomprensiblemente abstracta.

Aún así, estamos sin duda ante una gran película de suspense y ante una ocasión única de disfrutar en el cine con una historia suculenta y de alta categoría a todos los niveles.


sergio_roma00@yahoo.es
Twitter: @sergio_roma

0 Cine-Comentarios:

Publicar un comentario