Crítica de: El mal ajeno

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Las consecuencias del dolor

Recientes estudios están encaminados a conocer e indagar sobre los diferentes grados de dolor, y la reacción que provoca tanto en hombres como en mujeres. Los resultados no suelen ser del todo concretos, debido principalmente a la abstracción natural del término, y a la subjetividad en cuanto a la forma de padecerlo. Decía el extraordinario compositor austriaco Franz Schubert que “nadie podía comprender el dolor ni las lágrimas de los demás. Sólo marchamos los unos al lado de los otros”. Quizás sea cierto, que no alcanzamos a la comprensión del dolor ajeno, pero no cabe duda que nos cuesta desentendernos de él aunque nos toque lejanamente. Pero además hay profesiones como la de médico, en las que el dolor ajeno es el pan de cada día, y conviene ir fabricando una coraza a fin de no caer en la locura cotidiana.

El protagonista de esta historia, Diego (Eduardo Noriega) no sólo ha sido capaz de confeccionarse a la perfección dicha coraza, sino que a su vez la ha trasladado como si de un mecanismo de autocorrección se tratase, al resto de los sentimientos humanos, formando una personalidad fría, distante y con evidentes carencias de afección, lo cuál le llevará a ser protagonista involuntario de un hecho extraordinario.

La destacable presencia de Alejandro Amenábar en la producción de esta cinta puede suponer un plus de garantía y un aliciente interesante. El grado de implicación nos dirá si se trata de un “mero” apoyo a un amigo, y director novel tal y como hiciera Jose Luis Cuerda con él, o por el contrario un producto marca de la casa con todas sus consecuencias. Por desgracia, el resultado nos lleva directamente al primer estadio, y el grado de implicación se intuye escaso, y más bien se entiende que se trata de poner un nombre (sin peligro de ensuciarlo) a un producto que a priori no parece mediocre. Y efectivamente, Amenábar no sale del todo mal parado con esta película, aunque ciertamente algún grado de credibilidad personal se queda en el camino, y algún que otro elemento de prestigio.

Y es que “El mal ajeno”, ópera prima del realizador Oskar Santos se mueve entre lo fantástico y lo real, con resultado ambiguo y desigual. Baila al son tanto de su productor Amenábar como de su guionista Daniel Sánchez Arévalo, y entre medias queda poco. La conjugación de ambos elementos se realiza con desorden y escaso acierto, y lo que en un principio parece una historia interesante, poco a poco se va convietiendo en un compendio de situaciones poco creíbles, envueltas en un mundo de personajes opacos y un escenario que se tambalea a cada paso mal direccionado. Oskar Santos se mueve con soltura en cuanto a la investigación de los personajes, y su comportamiento, pero peca quizás de dejarles en exceso una libertad inapropiada y de proceder a un inadecuado ánimo de improvisación, de manera que si en un principio Isabel (Belén Rueda) nos atrae por su situación personal, con el paso del tiempo se diluye tanto la importancia de su papel que acaba por traernos sin cuidado su historia personal y mucho menos su desenlace. Todos los actores están correctos y sin sobresalir ninguno aportan su particular grano a una historia que difícilmente se sostiene con solvencia en lo que es un ejercicio de buen hacer cinematográfico en términos teóricos y mala aplicación en términos puramente narrativos.

El suspense marca de la casa de Amenábar se puede llegar a apreciar, e incluso resultar familiar (más si cabe con la presencia de Eduardo Noriega) y la situación de personajes a los que el dolor no les es indiferente nos lleva directamente al cine de Sánchez Arévalo (especialmente "Gordos") en no pocas ocasiones, pero el problema fundamental es que el resultado final adolece de personalidad propia y flojea en lo sustancial y trascendente, dejándonos un relato sobrio, ligeramente espeso y con una inminente falta de gancho esencial.

Aún así, estamos sin duda alguna ante un interesante comienzo, de un cineasta que apunta maneras y que cuando encuentre su verdadero camino a buen seguro nos dejará un producto de más alto nivel.

sergio_roma00@yahoo.es

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